Bárbara Mori tampoco puede dormir…

¿Se acuerdan como mencionamos en la crítica anterior que ser stalker era lo de hoy? (En la reseña de (500) Days of Summer), pues en efecto, salí de una película sintiendome acosado y perseguido, mirando detrás de mi hombro, una película que deja medio paranoico pero con ganas de stalkear si se trata de una mujer tan guapa como la protagonista.

Bloggeros, ustedes no son los únicos que no pueden dormir últimamente, la guapísima Bárbara Mori tampoco puede dormir pero nada bien en su última película “Amor, Dolor y Viceversa”  producida por los hermanos Rovzar que aseguran es la mejor película que han hecho (lo cual aquí entre nos no esta muy difícil). Yo estoy de acuerdo con esta última afirmación; muy distinto a lo que pueda decirles el poster que se asemeja al de “La novia de Chucky” (who knows why…), estamos hablando de una buena película bloggeros.

Ahí les va la historia: Chelo (una Bárbarita pelirroja y muy dialed- in en personaje) tiene múltiples sueños románticos con el mismo hombre (Leonardo Sbaraglia, galán argentino) al cual no conoce, cuando la chica comienza a obsesionarse y se aferra a su relación ficticia, decide fingir que fue violada y describir en la delegación al que literalmente es el hombre de sus sueños como el culpable para finalmente dar con el.  Pues resulta que su plan maquiavélico le funciona y dan con el tipo que a su vez ha estado teniendo pesadillas con ella!! (oooohhh!) este encuentro traerá consecuencias extremas que no adelantaré.

En primer lugar podemos decir que el título es muy bueno (por fin un título bueno y coherente), en segundo que las actuaciones están bastante creíbles, y en tercero que el guión es en verdad algo que vale mucho la pena. La idea basada en el cuento “Violanchelo” es realmente original y te mantiene interesado sin narcotráfico, pobreza o sexo explícito, cineasta mexicano usual favor de tomar nota.

Corran a verla que ya no queda en muchos cines y está en horarios difíciles, está en Santa Fe y en Reforma 222 si se quieren ir a la segura, pero chéquenlo…

Federico M.F.